Como si los organizadores no tuvieran suficiente en sus agendas este año, ahora tienen que convertirse en la respuesta de su industria a Steven Spielberg.
El rápido crecimiento de los eventos virtuales nos ha dado muchas cosas. Audiencias más grandes y más experiencias interactivas son los dos grandes puntos a considerar. También nos ha obligado a dominar más disciplinas, lo cual no siempre es algo bueno.
La producción de video es una de las áreas que muy pocos organizadores habrán aprendido durante su fase de formación o en los primeros años de la profesión. Antes de COVID-19, era el tipo de actividad reservada a los especialistas en la materia, subcontratada a un coste considerable, o transferida a los jóvenes del departamento de marketing. Pero hay tres muy buenas razones por las que eso ya no sea así.
Presupuesto
Los eventos virtuales están creciendo pero nuestros presupuestos no. El COVID-19 nos ha enseñado a operar dentro de nuestras posibilidades, lo que suele impedir la contratación de especialistas para ayudar en el lado de la producción audiovisual.
Formato híbrido
Teniendo en cuenta que el 56% de los organizadores esperan que los eventos virtuales “evolucionen paralelamente” a sus homólogos físicos, es probable que estemos viendo el amanecer del formato híbrido y la fusión de lo presencial y lo digital para una experiencia multicanal. Esto definitivamente requerirá que tengamos habilidades en áreas como la producción de video mientras abrazamos una nueva forma de dirigir los eventos.
Herramientas de producción de video
Los últimos avances han hecho de la producción de vídeo digital una bestia muy domesticable. Los organizadores ahora tienen acceso a una serie de herramientas y guías que les darán un toque profesional sin demasiados problemas. En ese caso, ¿por qué lo subcontratarían?
Bien, más despacio. ¿De qué estamos hablando exactamente?
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